Primera presentación del cantautor y violinista de Chicago que había sorprendido a los medios especializados de su país con «Weather Systems» (2003), su segundo álbum solista, que lo transformó en un artista de referencia dentro del pop y la música alternativa. Integrante de los Squirrel Nut Zippers, una de las bandas más populares del nuevo swing que surgió con fuerza a mediados de los ’90 en Estados Unidos, llegó al clásico escenario de Palermo acompañado de su ajustado cuarteto.
Luego de una larga espera bien acompañada por una acertada «climatización» musical, que pasó desde los oldies hasta la música tribal, Andrew Bird salió a escena junto a su violín encerrado entre una batería y una parafernalia de parlantes creando llamativas piezas con ayuda de las grabaciones en vivo que generaba con su pedal. Como lo anticipó el artista en entrevistas previas, el show fue variado y recorrió muchos aspectos de la carrera del oriundo de Illinois. En ese plan, las primeras instancias fueron dedicadas a las clásicas composiciones del autor centradas en las comprometidas líricas de las canciones Carrion Suite y Why?. A partir de allí, el show se convirtió en un vaivén continuo: si escuchar una especie de góspel a guitarra, bajo y violín resultaba una brisa refrescante, las improvisaciones y los roces con el avant-garde maravillaron a un público devoto que construyó una relación sentida con el artista. Además de expresar un honesto cariño para la ciudad (“Buenos Aires me inspira tanto que podría componer un disco acá”) Andrew regaló una simpática nueva canción: Prof. Socks, la cual será servirá de cortina de un programa de televisión infantil.
La banda se despidió ante un público inmóvil que ganó efervescencia a medida que clamaba por el regreso del grupo, pedido que fue satisfecho en menos de cinco minutos cuando los músicos llegaron a escena para emocionar con If I Needed You (el cover de Townes Van Zadt). El clima ciertamente melancólico mutó abruptamente con Fake Palindromes, un cierre que dejó a la concurrencia con una onda festiva. Andrew Bird dio cátedra en Argentina a fuerza de creatividad y honestidad, en un show de mas de dos horas, que a juzgar por la buena que generó y su afecto por Buenos Aires, no sería muy extraño verlo de nuevo en poco tiempo.
Textos: Facundo Guadagno Balmaceda
Fotografía: Pablo Astudillo