El martes 14 de mayo, debutó en Buenos Aires el quinteto de Brighton. Sorprendió por su eclectisismo y un sonido que va más allá del post punk. Abrieron la noche, los marplatenses Buenos Vampiros. El maestro Alfredo Rosso, escribió esta reseña exclusiva para Tribulaciones.
Fotografía: Pablo Astudillo
¿Qué se entiende por rock experimental? Yo, por lo menos, entiendo una música que desafía los conceptos predeterminados sobre géneros y estilos y conceptos. Una música que se atreve a ser libre y lo hace de un modo natural, no forzado. Y no es que la banda que la practica no tome en cuenta a su público; muy por el contrario: está lejos de subestimarlo o ignorarlo. Lo tiene en tal estima como para desafiarlo a entrar en terrenos desconocidos de la emoción y la percepción.
Tal el mérito de la banda inglesa Squid. Lo pueden comprobar en sus álbumes “Bright Green Field” y “O Monolith”, de 2021 y 2023, respectivamente, pero me atrevo a decir que nada se compara a la experiencia de ver a la banda en vivo, como sucedió el 14 de mayo en el escenario de Niceto Club. Nada nos preparó para ese verdadero tsunami de estímulos que nos dejaron virtualmente sin aliento. La descripción fría podrá enumerar el cruce y la combinación de referencias musicales: post-punk, free jazz, electrónica… La fusión de guitarras, percusiones, trompeta, samplers en deliciosa ebullición… Pero no alcanza, porque un elemento básico que es necesario destacar es que Squid no se parece a nada.
Si nos empeñamos -y los periodistas somos tozudos en esto- en encontrar vasos comunicantes, llegaríamos desde lo más jugado y fogoso del rock Canterburiano y las fronteras de Rock in Opposition a los experimentos de Sun Ra o los grandes iconoclastas del free jazz. Pero también habría que agregar que en las estrofas más estrepitosas que desgrana el baterista y cantante Ollie Judge hay resabios de The Fall y Moonshake.
Tuve la fortuna de ver a Squid por primera vez de casualidad, en Inglaterra, en una edición del festival de Glastonbury previa a la pandemia. Pasaba frente a la carpa William Green, dedicada a bandas nuevas, y serían las once de la mañana. De repente me sedujo un sonido como nada de lo que había escuchado en los últimos tiempos. Éramos con suerte unas 50 personas en ese lugar y a esa hora. Pero recuerdo los rostros arrobados, sorprendidos por la música que emanaba del escenario. Varios años y dos álbumes después, aquel embrión de una música novedosa, estimulante, arrolladora, ha germinado en una de las bandas más originales de la escena de rock actual y el público que fue testigo de esta revelación en la noche de mayo de Niceto nunca lo olvidará.
Excelente banda coincido en.la descripción de Alfredo Rosso.
Además musicos muy versatiles que manejan muy bien las disonancias en sus temas.
Como siempre Mario de Cristofaro, nos abre el panofama musical de vanguardia de la escena musical mundial .
Gran noche en Niceto.
Gracias por invitrame
Abrazo Edu Akel